El humo del tabaco provoca sordera
El humo del tabaco provoca sordera
A pesar de que ser rubio y tener ojos azules es una anomalía, millones de personas desean poseer alguna de estas características y para ello hacen uso de tintes y pupilentes, sin embargo ahora ha aparecido otra solución más sofisticada.
Gregg Homer, de la empresa Stroma Medical, en California), ha desarrollado una nueva tecnología láser, llamada Lumineyes, que permite cambiar el color de los ojos de marrones a azules. Eso sí, esto es casi como un tatuaje: hay que estar muy seguro del cambio estético porque es irreversible.
Las personas con ojos marrones tienen un pigmento llamado melanina en la parte frontal del iris, de la que carecen los ojos azules. Lo que hace esta tecnología es por tanto eliminar la melanina de la parte frontal del iris. Todo en 20 segundos. Eso sí, el color azul no aparecerá hasta transcurridas unas semanas.
El láser remueve el pigmento sobre la superficie del iris. Usamos dos frecuencias que son absorbidas completamente por el pigmento oscuro, así no hay riesgo de dañar el resto del ojo.
Homer prevé que el tratamiento podría estar disponible en tres años en Estados Unidos, y en solo año y medio en otros países.
El Jardín de las Delicias es una de las pinturas en la que aparecen más personas, en la tabla central aparecen más de 450.
El jueves y el viernes son los días más activos de Twitter, cada uno contabilizando el 16% de los tweets.
El juego de piedra papel y tijera fue inventado en la china
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Esa sensación tan conocida por todos se asocia con la alta producción de adrenalina en el cuerpo. Cuando se está nervioso el estomago expulsa grandes cantidades de sangre hacia los músculos.
Como efecto esto causa la pérdida de apetito y el cosquilleo. También se le conoce como la enfermedad del amor.
La adrenalina o epinefrina es una hormona vasoactiva secretada por las glándulas suprarrenales bajo situaciones de alerta o emergencia, que también se puede activar en otros casos, por eso puede ser activada de forma “sencilla” sin querer.
La adrenalina hace que entre mas aire a los pulmones y hace que la persona este mas activa y atenta a todo lo de su alrededor. Su efectividad se extiende entre uno y tres minutos y tiene la capacidad de aumentar el metabolismo normal del cuerpo hasta en un 100 por ciento.
Naturalmente esta sensación es imposible de parar o dejarla de sentir cuando no se quiere sentir ya que seria como querer pararse el corazón uno mismo.
“Los inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad con su pareja”, dice el texto.
El estudio, que fue publicado en la revista especializada ‘Social Psychology Quarterly’ considera que los hombres más listos tienen menos aventuras y dan más importancia a las relaciones estables que aquellos que poseen un cociente intelectual bajo. De este modo, y según el especialista, los hombres que se identifican como liberales, ateos y fieles poseen unos coeficientes intelectuales más altos que los que se definen como creyentes e infieles.
Para llegar a esta conclusión realizó un amplio estudio en el que relacionó las conductas sociales y el nivel de inteligencia de varones de edades diversas. El psicólogo analizó dos grandes bases de datos estadounidenses: el estudio nacional longitudinal de salud adolescente y la encuesta general social, que miden actitudes sociales y el coeficiente intelectual de adolescentes y adultos.
Con esto, el autor observó que las personas que daban importancia a la fidelidad en una relación tenían coeficiente más alto, y concluyó que el comportamiento “fiel” del hombre más inteligente podría ser una señal de la evolución de la especie.
Según Kanazawa a lo largo de la historia de la evolución, los hombres siempre fueron “relativamente polígamos”‘, algo que está cambiando al asumir una relación monogámica, una “novedad evolutiva”, contrario a el hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad.
Así, esta relación entre el intelecto y la monogamia se entiende mejor al “buscar en el pasado evolutivo. Como el objetivo biológico masculino primigenio era expandir sus genes, por eso los hombres primitivos solían tener varias parejas”.
Con el paso de los años, las personas más inteligentes han ido adoptando prácticas más nuevas, y serían “más evolucionadas”, añade, porque serían más abiertas a nuevas ideas y se cuestionarían más los dogmas.
Según Kanazawa estos resultados no se aplican a las mujeres ya que ellas siempre fueron relativamente monógamas, por lo que no supone una evolución.
La respuesta rápida a la pregunta de por qué la comida del avión es tan sosa y anodina pudiera ser que es comida de baja calidad. O que en Primera Clase eso no pasa. Sin embargo, hay otros motivos que influyen en el sabor de la comida que ingerimos a 10.000 metros de altura.
Según sugieren algunos estudios, incluso fomentados por las propias compañíais aéreas, el sentido del olfato cambia mucho debido a las condiciones higrotérmicas de la cabina (el grado de humedad es bajísimo, resecando la nariz: cuando la nave alcanza su altitud de crucero, a 11.000 metros de altitud, la humedad de la cabina se mantiene a niveles mínimos para reducir el riesgo de corrosión de fuselaje).
También se ve influido el del gusto, debido al cambio en la presión del aire, que adormece las papilas gustativas. El aire seco (en torno a un 15% de humedad) y la presión de la cabina provocan que se duerman un tercio de las papilas gustativas. Algo parecido a lo que sucede cuando estamos constipados.
Por ello suelen servirse platos especialmente especiados, a fin de despertar nuestro sentido del gusto. Y también es la razón de que el zumo de tomate tenga un sabor menos ácido que en tierra.
Si la comida de los trenes tampoco está muy buena es porque la empresa de catering que prepara los platos lo ha hecho hace muchas horas; y en el caso de los aviones, ha tenido que pasar por condiciones extremas de temperatura y humedad.
Además de la sequedad en la boca y las fosas nasales, hay otros que proponen que el mal sabor de la comida tiene que ver con el oído. Un estudio realizado por la Universidad de Manchester concluyó que los comensales reconocen peor los sabores dulces y salados cuando están sometidos a un cierto nivel de ruido blanco.